Saludos cordiales, a todos los implicados en este previo del Gran Foro Via de Construmat.
A través de los correos que voy recibiendo, evoco el debate que surgió desde Barcelona en la primavera del 98, entorno a la defensa de una Arquitectura digna y que termino en otoño del mismo año con la redacción de un Manifiesto que se tituló: En defensa de la Arquitectura.
Fue un momento especial, y creo que irrepetible, donde algunos arquitectos nos reunimos para reclamar apoyos a favor de la buena Arquitectura por parte de los responsables públicos. Todo empezó con una cena y veinte comensales y terminó con una enorme cantidad de adhesiones venidas de todo el mundo y algunos comunicados de prensa.
Es curioso que diez años después, se reúna a un grupo de arquitectos para debatir alrededor de la buena construcción. Seguramente el momento es distinto, y seguramente también son distintos los invitados al evento, pero algo habrá de común en todo ello, que seguramente nos haga posicionarnos, tomar partido y debatir…..de construcción, de oficio, de ética, de Arquitectura…..porque en el fondo todo es lo mismo.
Aplaudo la iniciativa con el deseo íntimo que todo ello llegue a sugerir un nuevo inicio.
Paso a plantear algunas cuestiones relacionadas tanto con la Construcción como con mi trabajo de Arquitecto. Son cuestiones que me preocupan y que van desde lo próximo y concreto a lo genérico y conceptual…..si uno solo mira de cerca se vuelve miope y si lo hace de lejos, desenfoca. Ahí van:
Desde mi experiencia personal, yo diría que no hay una buena Arquitectura, sin una buena Construcción. Estoy hablando de una Construcción que muy a menudo es la base del propio Proyecto, que muchas veces le antecede, le orienta, le corrige, lo transforma y lo hace finalmente mas Arquitectura.
Yo diría también que la historia de la Arquitectura es la historia de su Construcción.
Para mí, el Proyecto termina cuando termina la Obra, y la Construcción tiene mucho que ver con ese final.
Siempre me ha gustado hablar – al igual que Coderch – de Arquitectura Ética. En los tiempos actuales también me gustaría hablar de Construcción ética o mejor de la ética de la Construcción. Ambos conceptos estoy seguro que están íntimamente ligados con el Buen Hacer de la Arquitectura.
Y para terminar, cinco premisas, con las que nos hemos debatido a lo largo de más de treinta años de ejercicio profesional:
Rigor y Disciplina: Frente a los juegos malabares, los artilugios epiteliales, los constantes desafíos a las leyes Vitruvianas y al todo vale.
Ética: Frente a tanta venta mediática y a tanta incontinencia formal y caprichosa.
Permanencia: Frente a tanta apariencia y fugacidad, a tanta moda de consumo inmediato y a tanto producto con fecha de caducidad.
Voluntad de Servicio: Frente a tanto servilismo…..demasiado a menudo se olvida que los edificios se construyen para ser usados.
Reflexión: Frente a tanta dispersión y aceleramiento. La buena Arquitectura debe arriesgar desde la reflexión y el conocimiento. Solo así será posible hablar lo justo y necesario, con pertinencia y precisión…y si es necesario, callar. Porque yo creo que es indispensable un poco de silencio frente a tanto ruido.
Ramón Sanabria, en Barcelona a 10/05/2007
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