Me entristece a la vez que me alegra leer el manifiesto-compromiso de Montjuic y no puedo hacer más que suscribir totalmente lo que se dice a partir del 4º párrafo y suscribir con matices, los anteriores.
Me alegra ver por escrito un documento salido del consenso entre personalidades del mundo de la arquitectura* y que además ha recibido un fuerte apoyo por otros compañeros en el que se habla de conceptos desgraciadamente olvidados a menudo como “compromiso” , “voluntad”, “rigor”… un manifiesto que defiende la arquitectura digna, para las personas, en el que se establece la relación directa entre proyecto y buena construcción, entendida como binomio indivisible, como su mayor garantía.
Me gusta más todavía, si cabe, el corolario que se puede desprender del texto: la arquitectura digna, la buena arquitectura, la arquitectura de y para las personas versus la arquitectura de simulación, de fachada, arquitectura de y para el autor, arquitectura banal.
Sin embargo me entristece que para lo que podría conocerse como el manifiesto de la sensatez o el manifiesto de la honestidad haya sido necesario un evento como el del pasado día 17 de mayo con motivo del Gran foro de arquitectura y buena construcción con el propósito de que lo que es de sentido común sea realmente un lugar común de la profesión.
Carlos Cámara Menoyo
www.plusarquitectura.info
www.carloscamara.es/blog
domingo, 20 de mayo de 2007
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