lunes, 23 de abril de 2007

[previos] MANGADO: 20 puntos sobre la buena construcción

1. La "buena construcción" es anterior, pertenece a un estadio previo, donde realmente se asientan los contenidos de la arquitectura, a la espera de lo intrínseco del proyecto, a la manera de hacerlo y abordarlo, el objeto bien construido puede ser circunstancial, coyuntural, casual...

2. Así, la "buena construcción" no solo es una cuestión que tenga que ver con lo físico, más bien se incluye en lo que pudiéramos definir como la intención, el "espíritu" del edificio, que es precisamente donde el concepto de "materialidad" adquiere la condición arquitectónica que lo hace más, superior, a lo simplemente "físico" o "material".

3. Lo sólido, para mi, tampoco es un concepto que se puede entender, en toda su integridad y valor, desde lo físico. Sólido no es solo grosor, buenos materiales, continuidad... Es una actitud que tiene que ver con lo bien acometido, con lo bien explicado desde el proyecto. Puede estar presente en lo lineal, en lo plano, en lo ligero, en aquello que hace de la articulación del mecanismo constructor y compositivo básico. Por eso una arquitectura del vidrio, del metal, puede ser sólida. También una arquitectura articulada, todo ello tiene que ver con un objetivo formal que es, por tanto plenamente arquitectónico, que permite crear espacios de trabajo abiertos, desde donde es posible charlar y debatir. Lo sólido es por lo tanto, en mi acepción, contrario a lo caligráfico, a lo no elaborado.

4. Equivocarse es una condición "intrínseca", diría yo, de la "buena construcción". Una condición, una actitud del arquitecto, como la de "la buena construcción" previa y necesaria para el proyecto. El riego merece siempre la pena pues los logros pueden ir más lejos que los que se derivan del resultado de un objeto concreto. Tenemos la obligación de asumir el riesgo en lo constructivo como mecanismo de avance en lo formal. Rechacemos pues lo inmediato, lo reglado, lo seguro. Esto tiene que ver con la "buena construcción" como actitud, siempre por encima del objeto bien construido.

5.Asi como la "arquitectura misma" la "buena construcción" tiene una dimensión de tiempo largo, de pensar hacia adelante, tiene una misión, un objetivo, diría yo, de futuro.

6. "La buena construción" es sinónimo de investigación, de manipulación en el sentito positivo del término, de ir más allá. El antónimo de lo fácil, de lo inmediato.

7. Por eso prefiero hablar en mi trabajo de materiales que se pueden transformar, manipular, transformar en algo distinto con espíritu de ser distinto. En materiales que te sorprendan porque todavía sus texturas, su composición están virgenes, en materiales que están esperando ser tocados, doblados, abiertos, fresados y que se ofrecen en toda su dignidad al espíritu creativo. Quieren ser algo más. ¡Cuanto más dignos de confianza son estos materiales que todos esos detalles de los catálogos comerciales en los que todo está ya acabado, en los que ya se nos ha hurtado el valor del proceso, sus posibilidades. En los primeros todo queda abierto al papel del arquitecto y de su proyecto, en estos últimos, en aras de una "eficiencia", las más de las veces reductiva, ya no quedan las posibilidades que nos ofrecía el "material en bruto".

7. El mercado y sus intereses, también la burocracia que necesita continuamente autojustificar su mediocridad, todos ellos desbordando un afan regulador sin límites, de reglar todo lo que se genera no vaya a ser que escape a su control, se lanza a escribir normativas, y mecanismos reguladores. Su argumento es siempre "la eficacia" y el garantizar unos mínimos, sin darse cuenta de que esos mínimos se convierten en media aburrida y esterilizande porque (entonces) la arquitectura y los arquitectos persiguen lo fácil, la ausencia de riesgo, huyendo de todo lo que signifique novedad. Este afan normativo y regulador quizás logre objetos uniformes, regulados, en los que no entra agua, eficaces. Pero desde luego se aleja mucho de lo que yo creo que es la "buena construcción".

8. La "buena construcción" pertenece al proyecto. El objeto bien construido al rigor y la capacidad empresarial, técnica, formativa de un sector industrial que es el de la construcción.

9. No pensamos que la buena construcción por tanto es sinónimo de eficacia, es sinónimo de riesgo, de generosidad creativa, de abrir caminos, de ofrecer algo más... ¡incluso en contra de los que nos rodean!.

10. ¿Podemos pensar que las obras de Le Corbusier en Chandigarh están mal construidas? ¡Pensemos en la enorme belleza de esos muros de hormigón seguramente mal construidos para muchos "constructores" de nuestros días!

11. La construcción empieza en el concepto que ilustra el proyecto, en la manera de entender el lugar, está también en los prejuicios y preferencias que nos mueven para hacer el proyecto y construir la arquitectura, pero se comienza a ver en los dibujos del proyecto. Hay dibujos que son constructivos y que, por supuesto se pueden sopesar de maneras muy distinatas, pero hay dibujos que como el resultado final, ya son caligrafía pura.

12. La construcción no suele aparecer en los dibujos de ordenador, no suele ser frecuente. Suelen aparecer en otro tipo de dibujos o en las maquetas, no importa lo esquemáticas o su estado de desarrollo, son los detalles constructivos concretos los que son más propios del ordenador.

13. En ocaciones son los planos de estructuras los que mejor expresan el valor arquitectónico de sus proyectos.

14. ¿Por qué muchas estupendas estructuras son convertidas, por arquitectos banales o pretenciosos en malas arquitecturas?. Cuando tapamos esas estructuras sin que la "buena construcción" ilustre el proyecto desde sus más primitivos estadios hasta los más concretos detalles, destruimos hasta el soporte físico de la arquitectura.

15. La "buena construcción" ilustra tanto los estados ideológicos como los más menores del detalle. Entonces el detalle adquiere el valor de idea, es capaz de, a partir de el, desarrollar un proceso conocimiento que nos haga entender todo lo que merece ser entendido en una propuesta de arquitectura. Solo asi, desde la "buena construcción" tal y como yo la entiendo, con tintes ideológicos, se puede entender el hacer físico de la arquitectura como un todo coherente.

16. Técnica: "Perteneciente o relativo a las aplicaciones de las ciencias y las artes". Tecnología: "Conjunto de los conocimientos técnicos de un oficio" "lenguaje técnico de una ciencia o arte". Definitivamente prefiero hablar de técnica de aplicación, de hacer, de trabajar un material, de hacer un lenguaje mio a que me lo den hecho en un catálogo o en unos cánones inexorables del mercado.

17. ¿No es más bonito rastrear en un taller que recibir un aburrido catálogo que cumpla la norma?

18. No me interesan los que argumentan que todo se puede hacer. Es una banalidad. Baste un principio de economía que establece una relación entre los medios y los fines que, como actitud intelectual, resule francamente fructífera. La "buena construcción", veo, intuyo, tiene que ver con esto. "Todo se puede hacer" resulta una afirmación que la mayor parte de las veces solo oculta una gran incapacidad propositiva de la arquitectura, o mejor de los arquitectos, que se lo creen. Hoy nuestra sociedad no puede permitírselo ni en términos de recursos ni en términos de inteligencia.

19. Al mismo tiempo me enferma la actitud del que afirma "esto no se puede hacer". En el fondo resulta tan estéril y fácil como lo de que "todo se puede hacer".

20. Es bueno transmitir a los estudiantes que la arquitectura tiene vocación de ser construida y que ello es precisamente una suerte de nuestro quehacer. No se trata de algo añadido sino más bien de algo que entendido como esencial e intrínseco en la actitud que lidera el proyecto en una magnífica cantera de experimentación de los contenidos y las formas arquitectónicas. ¡No borremos el calificativo técnico de nuestras escuelas de arquitectura!.

Pamplona 22 Abril 2007.
Francisco J. Mangado

[aportación posterior de 5 puntos más]

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